La Normas APA enfatizan la necesidad de hablar sobre todas las personas con inclusión y respeto. Debemos hacer un esfuerzo para usar un lenguaje libre de prejuicios y evitar perpetuar creencias perjudiciales o actitudes degradantes en nuestros escritos.
En esta entrada encontrás algunos consejos para escribir en un lenguaje libre de prejuicios en una variedad de temas que abordan las características individuales de edad, discapacidad, género, participación en la investigación, identidad racial y étnica, orientación sexual y estado socioeconómico.
Principios generales
Los siguientes son principios generales para escribir sobre las personas y sus características personales sin prejuicios.
Describa al nivel apropiado de especificidad
Cuando quieras referirte a persona(s), elija palabras que sean precisas, claras y libres de prejuicios o connotaciones perjudiciales. El sesgo, como el lenguaje impreciso o poco claro, puede ser una forma de imprecisión. Por ejemplo, usar “hombre” para referirse a todos los seres humanos no es tan preciso o inclusivo como usar los términos “individuos”, “humanos” o “personas”.
Mantén el foco en características relevantes
Trate de describir apenas las características relevantes. Aunque es posible describir la edad, la discapacidad, la identidad de género, la participación en la investigación, la identidad racial y étnica, la orientación sexual, el nivel socioeconómico u otras características de una persona sin prejuicios, no siempre es necesario incluir toda esta información en su informe. Por ejemplo, es poco probable que tengas que mencionar la orientación sexual de los participantes en un estudio de cognición porque la orientación sexual no es relevante para la cognición; sin embargo, es probable que menciones el género de los participantes en un estudio sobre la amenaza de estereotipo porque el género es relevante para el examen de la amenaza de estereotipo.
Sea sensible a las etiquetas
Respete el lenguaje que las personas usan para describirse a sí mismas; es decir, llama a las personas como se llaman a sí mismas. Acepte que el lenguaje cambia con el tiempo y que las personas dentro de los grupos a veces no están de acuerdo con las designaciones que son comunmente usadas.
Haga un esfuerzo para determinar qué es apropiado para su estudio o trabajo, particularmente cuando estas designaciones se debaten dentro de los grupos. Es posible que debas preguntar a sus participantes qué designaciones usan o consultar a grupos que representan a estas comunidades para investigar el problema si no estás trabajando directamente con los participantes. Sin embargo, tenga en cuenta que algunas personas pueden usar insultos o lenguaje estigmatizante para referirse a sí mismos; los investigadores deben tener extrema precaución antes de repetir este lenguaje porque hacerlo puede propagar ese estigma.
Sea apropiadamente específico
Una vez que hayas determinado qué características describir, elija términos que sean apropiadamente específicos, que dependerán de la pregunta de investigación y del estado actual del conocimiento en el campo. No mencione características sólo por mencionarlas. En caso de duda, sea más específico en lugar de menos porque es más fácil agregar datos que desglosarlos. Considere el nivel apropiado de especificidad al principio del proceso de investigación, como cuando se diseña el estudio, porque puede que no sea posible reunir más datos una vez que el estudio esté en marcha o finalizado. El uso de términos específicos mejora la capacidad de los lectores para comprender la generalización de sus hallazgos y la capacidad de otros investigadores para utilizar sus datos en un metanálisis o replicación.
Ejemplos
A continuación, presentamos ejemplos de lenguaje específico para los temas cubiertos en estas pautas de lenguaje sin prejuicios; una vez más, la elección adecuada dependerá de la situación, y estos ejemplos representan solo algunas de las opciones posibles.
- Edad: las edades exactas o los rangos de edad (por ejemplo, 15-18 años, 65-80 años) son más específicos que las categorías generales (por ejemplo, menores de 18 años, mayores de 65 años). Otra opción es incluir el promedio y la mediana de edad además del rango de edades para aumentar la especificidad de los informes.
- Discapacidad: los nombres de las afecciones (por ejemplo, la enfermedad de Alzheimer) son más específicos que las categorías de afecciones (por ejemplo, los tipos de demencia) o las referencias generales como “personas con discapacidades”.
- Identidad de género: los descriptores con modificadores (ej: mujeres cisgénero, mujeres transgénero) son más específicos que los descriptores sin modificadores (ej: mujeres) o términos generales sin género (ej: personas).
- Participantes en la investigación: los términos que indican el contexto de la investigación (por ejemplo, pacientes, participantes, clientes) son más específicos que los términos generales (por ejemplo, personas, niños, mujeres).
- Grupos raciales o étnicos: la nación o región de origen (ej: chinos, mexicanos) es más específica que un origen generalizado (ex: asiático, latino).
- Orientación sexual: los nombres de las orientaciones sexuales de las personas (ej: lesbianas, gays, bisexuales, heterosexuales) son más específicos que las etiquetas de grupo amplio (ej: gay).
- Estado socioeconómico: los rangos de ingresos o las designaciones específicas (ej: renta familiar menor a un salario mínimo) son más específicos que las etiquetas generales (ej: bajos ingresos).
Evita las falsas jerarquías
Cuando compares grupos, hazlo con cuidado. El sesgo ocurre cuando los autores usan un grupo (a menudo su propio grupo) como el estándar contra el cual otros son juzgados (estudiantes blanco de clase media, suelen tomarse como lo “normal” en la sociedad).
Por ejemplo, el uso de “normal” puede hacer que los lectores hagan la comparación con “anormal”, estigmatizando así a las personas con diferencias. Del mismo modo, contrastar a las lesbianas con “el público en general” o “mujeres normales” retrata a las lesbianas como marginales a la sociedad. Los grupos de comparación más apropiados para las lesbianas pueden ser personas heterosexuales, mujeres heterosexuales u hombres homosexuales. Use designaciones paralelas para grupos, especialmente cuando presente información de identidad racial y étnica.
Cuando se presentan datos grupales, colocar grupos socialmente dominantes como hombres y personas blancas en el lado izquierdo de un gráfico o en la parte superior de una tabla también puede implicar que estos grupos son el estándar universal (Hegarty y Buechel, 2006). Cuando se refiera a múltiples grupos, considere cuidadosamente el orden en el cual presentarlos. No ponga los grupos en orden de dominio social por defecto; en su lugar, considere opciones como el orden alfabético o el orden del tamaño de la muestra. Para facilitar la comprensión, enumere los grupos en el mismo orden de manera consistente a lo largo de un artículo.